No te ciñas al plan (inicial)

Juan Sagasti
The Agile Monkeys’ Journey
3 min readApr 5, 2020

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Las ideas iniciales perfectas no existen. Todo necesita evolucionar y adaptarse a la realidad del momento, que siempre es cambiante. Siempre ha sido así: lo único seguro es que nada es seguro. Del mismo modo que una lenta adaptación al medio reduce la probabilidad de supervivencia de un organismo, las ideas iniciales hipotecan el potencial y futuro de un proyecto.

Cuando trabajamos en un proyecto nuevo y partimos de un conjunto de ideas inicial estamos, de facto, partiendo de prejuicios. Prejuicios que modelan un sistema que tiene en cuenta muy pocas variables. Partimos de una visión reduccionista del medio, lejana a la realidad, y de una adaptación al medio todavía nula (t0).

En proyectos en los que aportar valor es el principal objetivo (como en la mayoría de ellos), la retroalimentación es el proceso que nos da la información necesaria para iniciar adaptaciones al medio. La empatía cognitiva (enfocar desde la perspectiva de todos los tipos de usuario del público objetivo) y el testeo veloz son los motores sobre los que se asienta dicha retroalimentación, y permiten modelar un nuevo medio más preciso (y despiadado) en el que el conjunto de ideas inicial debe sobrevivir. Las propias ideas tratarán de evolucionar de forma natural para seguir siendo adecuadas al nuevo medio. A veces, incluso, esas ideas mutarán a nuevas y excitantes formas irreconocibles. No intentes frenarlo y disfruta del proceso. Volverán a ti cambiadas en cualquier momento. En la ducha; mientras estés lavando los platos; en mitad de la noche; mientras tratas de explicarlas a otros; leyendo un libro que, aparentemente, no tiene nada que ver del tema…

Que todo ello ocurra es la pista más clara que puedes tener de que el proyecto está vivo y sano, en el sentido de que es relisiente a las actualizaciones del medio. Y ello es signo indicativo de que todo saldrá bien aunque salga mal. Porque tuviste las mejores ideas en tu situación. Quizá hasta descubras que tu proyecto ya no tiene sentido, lo cual también está bien.

En definitiva, no te ciñas al plan (inicial).

Bonus:

Un perfecto ejemplo de lo que trato de transmitir lo encontré mientras leía «Zelda: Detrás de la Leyenda». Los que me conocen saben de sobra que Nintendo es una compañía con una filosofía que me fascina. Son responsables de las sagas más antiguas e icónicas de la historia de los videojuegos, como son «The Legend of Zelda» y «Super Mario». Han conseguido lo que ninguna otra compañía en su sector ha logrado: que dos sagas con más de 30 años de historia sigan siendo referente de máxima calidad en cada generación de consolas. En cada entrega se reinventan y parecen inmunes al desgaste y a las convenciones del sector. Esto es debido a que, a pesar de que el objetivo general está siempre muy bien definido desde el principio (priorizar la jugabilidad sobre todo lo demás), los medios para llegar a ello se basan en la experimentación y la búsqueda constante de lo que significa diversión. Es fascinante ver la evolución y descubrimientos de Nintendo en materia de diversión a través de sus juegos. En este libro se menciona que los directores de «Zelda ll: The Adventure of Link (1987)», haciendo retrospectiva acerca de la poca acogida que tuvo el título comparado con su entrega anterior, admiten que el principal motivo fue precisamente que la idea inicial apenas evolucionó desde su concepción, cosa que rara vez permiten que ocurra. Ideas iniciales que quisieron incluir a toda costa dieron lugar a situaciones muy forzadas y a una descompensación general que afectó directamente a la acogida del título por parte de su público.

Otra compañía fascinante a este respecto es Apple. En el núcleo de su filosofía está el someter cada idea a los entornos más despiadados y a una presión holística sobre cada faceta que conforma un producto (hasta la que no se percibe) que logran crear en cada generación auténticos diamantes tecnológicos que guian el avance de toda una industria. La biografía oficial de Steve Jobs, de Walter Isaacson, está repleta de historia y de ejemplos de esta manera de pensar y actuar. Una lectura o escucha más que recomendada.

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Juan Sagasti
The Agile Monkeys’ Journey

Software Engineer  & Co-founder at The Agile Monkeys 🐒